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miércoles, 7 de marzo de 2012

Esperando...





Estaba esperándolo, y esperando, esperaba.
Y a la vez no se ni a lo que esperaba.
Como un verdadero argonauta de los sentimientos, me dí cuenta que era un Jasón, pero solo y triste.
Polizonte de expedición en ciernes, sabiendo cual es mi bote,pero solo ante la inmensidad, ante la inmensidad de la incompresión.
Esperé, esperé y fracasé, pero...¿A qué esperas?
Es mejor no esperar nada de nadie, pero si algo de algo...
El hombre es más libre que el fuego, el hombre al que quema el fuego, sabe que se está abrasando.
El fuego es un ignorante de su propio ser, pero siempre se espera lo mismo de él.
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