Seguidores

domingo, 6 de marzo de 2011

En ese lugar del alma...


Ahí van, enterrados en una vorágine de asfalto, de humo, de largas y anchas avenidas.
Han dejado atrás un milagro que se repite año tras año. Han llorado, han sudado, han sufrido, seguramente...hayan reído. La de San Gil se quedo allí y ellos vuelven al nido de su verdad. Sevilla Este, Parque Alcosa, Nervión... allí les espera el plato de bacalao con tomate, que les sabrá a gloria mientras comentan “las mejores jugadas”.
Parece que están tristes, que su alma esta herida, que su cuerpo esta derrotado por una noche en vela. Que el amanecer del alba los ha matado de una repentina y certera puñalada.
Sus cuerpos dormitan, y sus almas sueñan ¡no! no están muertas, están allí donde anidan los sentimientos. Como dijo mi hermano Rafael, “Ese lugar intangible del alma”....Allí donde se esconde nuestra niñez disfrazada de un río caudaloso y tranquilo, esa niñez que no para de asombrarse de nuestra eterna ilusión.
Vuelven derrotados pero victoriosos, sucios pero esplendorosos, gastados pero con el alma nueva, casi virginal. Conscientes de que ese es el traje de su muerte, de su mortaja.
¡Qué bonito es todo esto! Una túnica sucia y arrugada que vuelve más bonita que cuando se fue limpia e impoluta ¡Qué dicotomía de nuestro sentir! ¡Qué bonito es ser nazareno! ¡Humilde y anónimo!, nazareno de luz.
Nadie los puede derrotar, porque en sus almas albergan algo que no se puede tocar, ni explicar, ni coger...solo se puede sentir y solo nosotros lo podemos entender. Lo más bonito en esta vida, vestir nuestro hábito nazareno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

UA-56906955-1