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martes, 26 de abril de 2011

La Estrella. En el arrebato del barrio.




Largas filas de nazarenos, canastillas, caramelos, terciopelo, cortes en el cortejo, apoyo logístico en forma de botella de agua y bocadillo. Un barrio, un ailusión un sentimiento.

Al paso del Señor de la Redención no le sobra nada, un canasto de exhuberante bombo de arrabal a los sones del antiguo Cister.

El palio lleva una de las candelerías más completas de Córdoba, cosa que no es muy dificil.

Cuatrocientos nazarenos, cuatro cuadrillas, servidores, madres, niños, dos bandas...y capa, mucha capa, que de vez en cuando también es necesario.

Capa con antifaz de terciopelo al viento entre arrabales acicalados.




lunes, 25 de abril de 2011

La Merced. Cuando el hábito manda.


¿Será la maravillosa cara de niña de D. Antonio, la carita mercedaria bajo palio azul? ¿Será por esa portentosa figura del Coronado de Espinas? ¿Será por su cuidada selección musical? ¿Será por el gustoso andar de sus cuadrillas? ¿Por el brillante y maravilloso canasto?
Que ellos dos me perdonen, pero nazareno soy. La Merced se deja ver de lejos con su hábito mercedario, testigos de la fé de un barrio, nada es más importante que un nazareno. Así es desde el Omnium Sanctorum; disciplinantes de fé, actores de la pasión, sin ellos esto sería una feria.
Con sus hábitos mercedarios de color crema, avanzan hacia el Colodro, conscientes que ni una imágen, ni otra ni el hábito ni un atributo ni otro son lo trascendental...conscientes de su condición sacramental.

Vera Crux. Una de barrio...sin barrio.


Se plantó en las entrañas de la Córdoba de Felipe II. Extraordinario cortejo, algo corto de efectivos como si lo bueno no estuviera para todo el mundo.
A destacar como siempre el clasicismo y elegancia del señor de los Reyes, que no se deja (ni debe), llevar por los cambios del bombardino y el flamenqueo.
En el palio todo es bueno, hasta el vestir de D. Manuel Roldán al estilo más ortodoxo.
La señora ya va bajo un cielo de voluntades, de rifas y tortillas de patatas, de esfuerzo cofrade. Pero como dijo la canción, para tener dinero hay que saber gastarlo y ellos han querido lo mejor para su madre, para NUESTRA MADRE. Pronto, a no mucho tardar pasearán un top ten de los palios cordobeses.
Sin duda, una hermandad de barrio, porque sale del barrio ¿Quién diriía qué cruza el puente si llevarán esparto, sandalias y cola?

domingo, 17 de abril de 2011

Feliz día de Reyes


Hoy me desperté, y con la ilusión de los tiempos he corrido como un niño a ver mis regalos. Aún no puedo creer que estén ahí, en el rincon que siempre tuve y que ya pronto tengo que abandonar. Algún día tendré un rincón reservado para los regalos de mis hijos. No se si en mi propia casa o en la habitación de un hotel, pero prepararé con esmero los zapatos infantes del sentimiento, mil hormigas pasarán por el baúl dE LOS tiempos en una cálida noche de primavera andaluza, y correré impaciente con mis hijos para jugar con los regalos. Así hasta que algún día él me llame a la Gloria de la eternidad, y me sirva de vestido del fin...y del principio. La mortaja del cofrade siempre es su regalo de Reyes. Hoy me desperté y encontre mis regalos...un sol radiante, mi túnica, mi capirote y un montón de caramelos de ilusión.

sábado, 16 de abril de 2011

domingo, 10 de abril de 2011

¿Qué hacías en la Semana Santa de...?


Cuenta, la mili en Melilla, acabando Aparejadores en Madrid, tu primer capirote, tu primer Domingo de Ramos...cuentanos. ¿Qué hacías en la Semana Santa de 1971?

sábado, 9 de abril de 2011

LA PAPELETA


CUANDO EL PELIGRO ESTÁ AHÍ DENTRO

Solo quiere que le den las gracias y seguirá dando pintura a la espadaña de los viejos tiempos. El cariño por lo antiguo, el amor por el trabajo bien hecho, siempre despacio y de frente...siempre de frente. Porque ellos dicen que es un trabajo, un oficio y una artesanía del pasear. Nunca un paseo fue tan artesano, nunca una carga fue tan cuidada y esmerada, nunca la faena estuvo tan arrullada de tiempos pretéritos. Olor a faena, a papel de estraza, a costal viejo de listas (que no rayas), a arroba de vino, a lonja y puerto marinero.. Cuan bonito es esa palabra ¡Trabajo!Cuan envenenada la villanía de las lenguas extrañas ¿Hay algo más bonito que llamar a lo tuyo, “Trabajo”? Trabajo es símbolo inequívoco de esmerarse, de mejorar, de vivir y sentir por lo que se hace, por cada detalle y cada minúsculo rincón del gremio. Sin embargo, los funcionarios del palo, miran con patente de corso el rincón del tiempo y otorgan carta de naturaleza del sentimiento. Ponen y quitan, dicen y hacen, mandan y disponen...son altos comisionados dentro de nuestras cofradías, que trabajan (rezar dicen ellos) un día al año y descansan el resto. Excepto cuando hay cantos de cabildo de elecciones, entonces se convierten en trabajadores de sus trabajaderas preferidas, el teléfono y la voz del amo. Sin saber que la única voz de revestida de verdad es la que emana de la túnica que nunca vestirán.

viernes, 8 de abril de 2011

Las Sandalias

Elemento uniformador y elegántísimo calzado al que, en Córdoba, solo tenáin acceso las cofradías de postín. Un elemento que desapareción en nuestra ciudad, y que ya la joven memoria de propios extraños tiene como "hispalense". Bendita costumbre perdida...

lunes, 4 de abril de 2011

Lo que el celador no ve...o no quiere ver.No todos somos iguales.

Soleada tarde de Jueves Santo, Hermandad de los Negritos. En primer plano una pareja como Dios manda. Terno oscuro en él y mantilla para la Señorita. Y enfrente...¡Tachan! Antagónico ¿verdad? Y es que...no todos somos iguales.

viernes, 1 de abril de 2011

Crisis de Valores


No podemos negar la evidencia de que las cofradías se retroalimentan del caldo de cultivo que la sociedad que les rodea va incubando. Las cofradías, desde el Omnium Sanctórum, son un reflejo bipolar de lo que la sociedad va gestando. Para bien o para mal, en un sentido o en otro, más caliente o más frío… siempre estuvimos inmersos en ese líquido social, principalmente porque nos nutrimos de las personas que lo integran.
Es evidente la tremenda crisis social por la que atraviesa la Civilización Occidental, una crisis de valores que ha deshumanizado al hombre y que el mismo Papa Benedicto XVI ha denunciado en su reciente visita a nuestro país. Hemos sido poderosos y fértiles económicamente hablando, pero lo que parecía el Alfa y Omega de nuestra razón de ser, no estaba sino disfrazado de cimiento firme e inexpugnable, resultando ser solo una triste capa de pintura que la humedad y el viento han acabado corroyendo.
Las cofradías, como elemento social, también han sufrido de esta enfermedad. No podemos negarlo, no podemos agachar la cabeza y escapar de la realidad.
Debemos afrontar la verdad para poder solucionar el problema. Durante todos estos años de pujanza económica, muchos han llegado a proclamar un estado de máximo esplendor de nuestras cofradías, arguyendo evidencias puramente estéticopatrimoniales.

La validez de esta tesis no ha tardado en desmoronarse, quedando demostrado que las cofradías se han dejado llevar por la cadencia social imperante, que a la larga nos ha perjudicado más que beneficiado.
Hemos crecido aumentando el capital humano, hemos abierto nuestras puertas a la gente, pero no la hemos hecho cambiar, no hemos cumplido con parte de nuestro cometido, de nuestra misión, no los hemos llamado a la Conversión. Sin embargo, nos hemos modelado a imagen y semejanza de los valores tipo de la sociedad, nos hemos mimetizado camaleónicamente para encontrar un nicho, un sitio en esa sociedad.
Debemos realizar un ejercicio de autocrítica y ponernos manos a la obra, reconstruyendo el cimiento más importante que las cofradías puedan tener: su patrimonio humano. Solo con un alto y exigente código moral y ético podemos salir de nuestra crisis económica al igual que solo reforzando el aspecto humano de
nuestras instituciones, podemos reforzar nuestras cofradías.
No es momento de optar por Tejera o por Salteras, no es momento de decidir que si rojo que si morado…no es momento de debatir capitalmente por eso. Aún siendo una parcela que debe seguir siendo cuidada, no debemos presentar este aspecto como urgente, sino como importante. Estamos sobrevolando sobre una encrucijada social que nos pide un análisis más complejo y detenido de nuestra realidad, un estudio detallado de nuestro entorno, de la comunidad de la que formamos parte.
Debemos introducir un capital humano que sea capaz de proponer un modelo a largo plazo, que fundamente los valores de la institución como patrimonio, no solo de la historia de la cofradía, sino también como parte de los pilares de la Iglesia Moderna. Y sobre todo, tenemos que reciclarnos para no languidecer, y esto pasa por insertar en nuestras instituciones personas que estén más preocupadas de lo que
ellos mismos pueden hacer por la cofradía, y menos por lo que la cofradía puede hacer por ellos.
Tenemos la obligación latente de llamar a la Conversión, y ejercer de elemento activo punto de apoyo de nuestra Iglesia en la sociedad. Solo así podremos regenerarnos y poder conseguir unas instituciones fuertes como la roca, desde los cimientos hasta el techo.

ELOY FERNÁNDEZ BRETONES

(Publicado en el boletín "Getsemaní" 2011 de la Hermandad del Huerto).
UA-56906955-1